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El peso del corazón

¿No te resulta atractivo un libro que se titula El peso del corazón? No me digas que no es sugerente y que no abre un sin fin de posibilidades... ¿Qué esperarías encontrar? En mi caso, ese título me sugería una historia de amor con un final algo dramático, del estilo de El cuaderno de Noah.
El peso del corazón era el libro que nos correspondía leer en el club de lectura de la biblioteca. El título, como ves, me pareció muy sugerente pero cuando supe que era de Rosa Montero me preparé para lo peor: sólo recordaba haber leído dos novelas suyas previamente (más allá de los artículos de prensa), sin convencerme demasiado. Para remate, el día que nos lo entregaron, alguien avanzó que era de androides y ciencia ficción.

Pues bien, contra todo pronóstico, sin ser nada de lo que espera, ¡El peso del corazón me ha encantado!


En esta novela, editada por Seix Barral en 2015, Rosa Montero retoma el personaje de Bruna Husky, una androide de combate, de profesión detective, que vio la luz en 2011 en Lágrimas en la lluvia. Si tienes Twitter, tal vez ya sepas que Bruna Husky es precisamente el nombre que utiliza la propia Rosa Montero. Obviamente, el uso de este alter ego twittero no tiene nada de casualidad y puede que se deba a que Bruna Husky es, según ha dicho la propia escritora, el personaje que más tiene de ella.
El peso del corazón es, por lo tanto, una segunda entrega y parte de los personajes y de la ambientación provienen de Lágrimas en la lluvia, por eso es importante señalar que no es necesario haberla leído previamente. Se pueden leer por separado sin problema.
En esta segunda aventura de la androide, lo que encontramos es un relato situado en el año 2109, de manera que estamos ante una novela de ciencia ficción, cierto. Pero no temas porque, dejando al margen algunos artilugios y avances simpáticos de la ciencia y de la tecnología, la ciencia ficción no es protagonista y bien podríamos estar en 2017 o en 1908. La historia de El peso del corazón mezcla el misterio justo con mucha aventura y con algunas dosis de romance y reflexiones variadas (especialmente de carácter medioambiental). Y lo bueno es que lo hace de una manera que funciona a la perfección.
El ritmo de la novela es trepidante, como corresponde a una historia de acción. El relato, escrito en tercera persona, se devora. La narración es muy ágil y, salvo en algunos pasajes en los que se recrea un poco más, está escrita de forma muy directa, con unas escenas muy bien dibujadas y unos diálogos que caracterizan a los personajes.
Hablando de personajes, de entre ellos, sobresale Bruna Husky, a la que el narrador acompaña cámara en mano. Hay que destacar la capacidad de Rosa Montero para meternos en su piel y sentir como lo hace Bruna. Y recuerda que es una androide, lo que hace que tenga más mérito todavía. Eso sí, hay que señalar que, como corresponde al género (o géneros, misterio y aventura), los personajes son muy extremos, por lo general: los buenos son muy buenos, los malos muy malos y no hace falta ser un lince para saber que algún bueno igual sale rana y que algún malo puede que resulte no serlo tanto al final...
En cuanto a la historia de la novela en sí, de la que no he dicho prácticamente nada aún, ciñéndonos a la principal, se puede decir, sin desvelar demasiado, que Bruna se enfrenta a un caso de un robo, a priori fácil y bien pagado, pero las cosas se complican mucho, con varios cadáveres, desembocando todo en un caso de corrupción enorme y una amenaza nuclear de primer orden relacionada con un almacén de residuos. Precisamente, estos enlaces con la realidad (actual) y la geografía me parecieron un acierto, como la recreación de ese mundo futuro que, a mí, que apenas he leído ciencia ficción, me resultó verosímil.
La trama está bien hilada y la historia se desarrolla clara en el texto, sin complicaciones. Tal vez el final resulta algo más precipitado que el resto, pero nada grave. Es algo muy habitual en las novelas de acción y, de hecho, casi necesario porque la tensión tiene que ir in crescendo.
En definitiva, la combinación que hace Rosa Montero de todos estos elementos funciona y el resultado es una novela muy entretenida, actual, a ratos más divertida, a ratos más sentida, que engancha de principio a fin.
¿No te pasa que, a veces, lees libros que están bien y te gustan pero que no terminan de engancharte? ¿Alguna vez has tenido una de esas crisis lectoras, en las que lees de forma un tanto apática? Eso mismo me estaba sucediendo en los últimos meses, hasta que, donde menos lo esperaba, ¡en el mundo de la ciencia ficción!, llegaron Rosa Montero y El peso del corazón para volver a engancharme a la lectura. ¡Gracias!
Nota adicional. Ciencia ficción, androides... ¿y no has hecho ninguna referencia a Blade Runner o ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas??, te estarás preguntando. Efectivamente, no. Porque cuando hace unas semanas leí El peso del corazón, no había visto la película. Después de leer esta novela, leí Lágrimas en la lluvia y ya he visto Blade Runner, pero eso te lo contaré más adelante porque hay mucho que decir.





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