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El silbido del arquero

El silbido del arquero es la segunda novela de Irene Vallejo y fue editada en 2015, con su habitual buen gusto, por Contraseña.

Si estás aquí, es muy posible que ya hayas leído El infinito en un junco, esa preciosidad dedicada a libros, escritores y lectores (si no lo has hecho, rubia, deja todo lo que estés haciendo y léelo ya mismito, no te arrepentirás). También entra dentro de lo razonable que, si leíste "el junco" te entrasen unas ganas locas de conocer alguno de los libros anteriores de Irene; al menos eso es lo que me sucedió a mí y no me tengo por nadie lo suficientemente especial para ser el único a quien le pase eso mismo.

Así llegué a El silbido del arquero, si bien con una circunstancia añadida que lo hace muy especial: es el primer libro que compré después de cerrar la bombonera de Las rubias también leen. Ya sé que esto es subjetivo, algo muy personal, pero, si has tenido una librería (y si no la has tenido, no es difícil de imaginar), el hecho de comprar un libro, el primero después del cierre, se convierte en un acontecimiento un tanto especial: no quieres un libro sin más, quieres un libro que sepas que te va a gustar, que vas a disfrutar. Súmale, además, que la compra (en realidad un regalo de madre) se hace en una de las primeras salidas posteriores al confinamiento.

Vamos, que tenía unas expectativas de El silbido del arquero a la altura de las nubes.



Y la lectura, lenta, sin prisa, ha estado a la altura de las expectativas; El silbido del arquero me ha encantado.

¿Qué es lo que te vas a encontrar en El silbido del arquero? Una novela histórica breve, con Eneas como principal protagonista, junto con Elisa. En particular, una recreación del episodio en el que Eneas, en su huida de una Troya destruida y después de una tormenta en el mar, acaba llegando a la costa en Cartago. En este sentido, un hecho que resulta curioso es el nombre que elige Irene Vallejo para Elisa, bastante más conocida como Dido, la reina de Cartago, (aunque solo sea por la historia de Dido y Eneas, ¡bingo!, y la operita de Purcell), no sé si por rigor histórico o, quiero creer, buscando alejarse de la historia de la Eneida y destacar más los rasgos personales y humanos de Elisa.

Una novela histórica también con aventuras, que algunas hay, y con amores, que también los hay (recuerda, se trata de Dido y Eneas); con algunos personajes secundarios (principalmente Iulo y Ana, el hijo de Eneas y la hermana de Dido) que sirven perfectamente al propósito de la narración.
Una historia intimista, llena de detalles y de pequeñas digresiones que puedes ver como avances "del junco". Aquí te dejo un ejemplo: 
  
"Mi madre solía decir que, algún día, muchos aprenderán a dibujar sus pensamientos, y la magia de guardar las palabras se extenderá, y será un gran conjuro contra el olvido".
 
Un relato exquisito en el que se cruza el mismísimo Virgilio. Porque El silbido del arquero es, ante todo, un precioso y original homenaje a la Eneida y a Virgilio.

De la forma, hay que decir que es marca de la casa Vallejo: la prosa fluye, rica, precisa a veces, evocativa en otras ocasiones, en función de lo que requiera la situación. Siempre sutil, delicada, envolvente. Muy bien medido el ritmo y los saltos alternando narradores (Eneas, Elisa, Ana, Iulo y el propio Virgilio).

Una gozada para disfrutar de cada línea, de cada párrafo.

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